En Venezuela (teóricamente hablando) existen tres tipos de poderes (político, económico e ideológico), de los cuales uno de ellos (el político) se divide en cinco (los 5 poderes públicos) de los cuales el gobierno solo abarca uno (el poder ejecutivo). Esta estructura debería impedir el abuso de poder. Sin embargo el poder ejecutivo (la quinta parte del poder político) ha absorbido a los otros cuatro, seleccionando a dedo a sus representantes e ideologizando el poder. De ese modo, el poder político absorbió también el ideológico.
A un paso discreto, Venezuela ha ido avanzando por difíciles senderos que parecen ser cada vez más estrechos, a través de lo que he querido llamar “el embudo del totalitarismo”. Esto comenzó con la expropiación de empresas y nacionalización de bancos.
Una vez que el gobierno administra empresas y banca pública se absorbió también el poder económico, y llegamos de esta manera a un estado paternalista, y a un pueblo completamente dependiente de la administración del estado.
El año pasado comenzó ahora la parte más tenebrosa, la imposición del partido único. En 2014 los estudiantes se alzaron en protesta y manifestaron su descontento con el gobierno nacional. Estos sucesos terminaron con estudiantes muertos, heridos y encarcelados.
Tras la detención de los estudiantes el gobierno inició la persecución de los líderes políticos opositores, donde fueron encarcelados, Ceballos, Scarano y Leopoldo López.
Un año después se aprobó un decreto en el que se permite utilizar armas letales para retomar el control del orden público… decreto que estuvo guardado por algunas semanas.
El pasado jueves fue detenido el Alcalde caraqueño Antonio Ledezma, el Sebin irrumpió en su oficina sin orden judicial y con un mayor número de funcionarios al utilizado por Estados Unidos para matar a Osama Bin Laden. Tras lo que el gobierno aclara que está preso por “conspiración”… ¿conspiración? ¿Es acaso un delito oponerse a un gobierno? Es aquí donde nos ha traído la democracia mal entendida y por consiguiente mal empleada; hemos llegado a la etapa del pluralismo menguante.
Ayer fue asesinado un estudiante de 14 años de edad en una protesta en el estado Táchira, (herido con arma de fuego en manos de un funcionario de la Policía Nacional Bolivariana).
Venezuela se acerca a la punta del embudo en el que nos ha metido Hugo Chavez ese hombre que al tomar la presidencia en el año 98 gritaba en su discurso “Yo tengo sed de historia”…
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