El idiota en su agonía

Una de las características más curiosas de la historia política latinoamericana contemporánea, es la anti-política civil que reinó en uno de sus periodos más democráticos. Bajo la afirmación y reafirmación de que “la política es corrupta”,  los civiles estuvieron cada vez más distantes de la militancia, el debate y hasta del mismo sufragio.

En su libro Política para Amador, El filósofo español Fernando Savater explica que el término “Idiota” proviene del “Idiotes” de los antiguos griegos, que hacía referencia a todo aquel ciudadano que no participaba en la vida social de la polis, y en su lugar se conformaba con las pequeñeces de su hogar.

Del “Idiotes” griego, la figura del idiota ha tenido una evolución muy notable hasta hoy. Nuestro idiota actual tiene participación política, pero es irresponsable y desinformada. Una idiotés que se fundamenta en mitos políticos para administrar mal las naciones llevándolas a la ruina. El idiota del siglo XXI descrito por Plinio Apuleyo Mendoza, Carlos Alberto Montaner  y Álvaro Vargas Llosa, también conocidos como los tres chiflados del liberalismo, es un idiota que viste de rojo, recita cantos militares prusianos y se memorizó de la primera hasta la última página Las Venas Abiertas de América Latina, aquel manifiesto social escrito por el poeta Eduardo Galeano.

La avalancha de izquierda latinoamericana aparentemente liderada por el ex presidente Hugo Chávez se sirvió de los mitos políticos y de la demagogia para hacer la mayor demostración de populismo que se conoce en la historia contemporánea. Los altos precios del petróleo exportado por Venezuela le sirvieron al gobierno para subsidiar electrodomésticos y automóviles, regalar casas,  computadoras, tablets, teléfonos celulares y demás cachivaches chinos innecesarios para los tiempos que predestinaron a llegar.

El costo del populismo es muy alto, y los venezolanos empezaron a pagar el endeudamiento público de la regaladera en el año 2014. El 2016 era inimaginable en los tiempos del populismo ¿Quién pensaría en 2011 que unos años después veríamos personas buscando alimentos entre la basura?

El socialismo del siglo XXI, no fue más que lo que declaró Margarita López Maya hace unos años para el diario El Nacional , “la utopía de un millonario”. La realidad es que el dinero se acabó y llegó el tiempo de los ajustes. El socialismo en tiempos de crisis se aferra al salvavidas liberal, permitiendo el aumento de algunos precios regulados y la promesa mezquina de la devolución parcial de algunas empresas expropiadas.

Muchos de los ajustes necesarios no se llevan a cabo por el costo político que significan, sin embargo la enorme desaprobación popular del régimen de Nicolás Maduro y su forma totalitaria de gobierno, abren la puerta para una Venezuela que entienda la riqueza como el producto del trabajo, y no como una condición lograda por los gobernantes, una Venezuela donde los ciudadanos en la búsqueda de una mejor calidad de vida individual, impulsen el desarrollo colectivo, donde se respete la propiedad privada y la libertad… Una Venezuela donde el estado cumpla su rol, solo eso y nada más.

En Venezuela la mentalidad del patriarcalismo esta menguando, poco a poco muere el idiota vestido de rojo que grita consignas para dar paso a una Venezuela de trabajo y progreso.

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Acerca de Juan Luis González Díaz 99 Articles
Periodista egresado de la Universidad Arturo Michelena (UAM) y maestrando en filosofía en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB). Es profesor de la Universidad Bicentenaria de Aragua (UBA), fue profesor en la Universidad Arturo Michelena y posee estudios de diplomado en Análisis Político (UCAB) y Gerencia Pública y Gobernabilidad Democrática (UCAB). Ha desempeñado diferentes labores relacionadas con la comunicación social en medios como la revista digital enfocada a temas de DDHH y sociedad civil, Alternos.la; el diario La Región del estado Miranda o el portal web, El Pitazo.

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