Eres mi cicatriz abierta,
una deuda pendiente
en tiempos de crisis
cuando nada sobra
y la necesidad está al acecho.
con los mismos zapatos de ayer
traté de recordar,
hace tanto que nos vimos
que se me olvidó hasta tu nombre
pues hasta los cauces del río cambian
pero alguna vez
les tocara recordar
donde partieron
y te digo…
el pasado es una vaina bien seria.
Aquello era como
siglos y siglos
polvo y polvo
como se nota
que hacía tiempo
no estabas allí,
estabas no sé donde
quizás allá …en tu olvido.
Yo pues
me senté a esperarte
mientras los otros iban y venían
me hablaron de orgullo
de familia
de recuerdo
de lamento
de lo perdido
de lo ganado
y te repito…..
el pasado es una vaina bien seria.
No me costó recordar
cómo era aquello
ver mas allá
de los siglos
otra vez tuve menos de diez
y fui feliz,
luego supe
que no vendrías
que te fuiste
tranquilamente y sin avisar.
Me dejaste
con el café en la mano
un domingo cualquiera
en estos tiempos de crisis
donde la memoria
es un derecho
que nos recuerda
de donde venimos
y nos da la libertad
de escoger si quedarnos
en el lamento de lo que
el tiempo se llevó
o si le abrimos paso
a los nuevos cauces del río
y fluimos de nuevo
con la vida
es un verdadero privilegio
estar humildemente vivo y cuerdo
mas ahora.
¡Gracias por todo!
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