“El arte de vencer se aprende en las derrotas”
Simón Bolívar
Hoy en la llamada tierra de Bolívar los venezolanos atraviesan una situación que los ha llevado a salir de su zona de comodidad, abandonando así sus puestos de trabajo para lanzarse a la aventura de adquirir alimentos. Duele ver como los ciudadanos tienen que hacer filas kilométricas para adquirir algún producto, a un chofer buscando cauchos, baterías o algún repuesto que requiera su vehículo, a unos padres intercambiando leche por algún otro alimento, al joven que busca comprar pañales porque será papá, y por qué no a una abuelita dejar sus dedos marcados en las rejas de algún establecimiento.
Si tuviese que definir al venezolano actual diría que son unos héroes al enfrentarse día tras día a horas de exposición al sol, dejar a sus hijos solos en casa para ir en busca de alimentos y hasta perder horas de labor. Cuando mis oídos suelen escuchar que “el venezolano es flojo”, difiero en seguida de ello, que mal podría catalogársele como tal al saber que al día siguiente deberá salir a escribir una nueva historia en la selva de cemento. No es que éste sea perezoso, es solo que vienen de una vida donde podían adquirir y tener todo lo que se les antojara. Si por algo se caracteriza la gente de esta tierra es por su capacidad de adaptación. Mal podría verse al joven que hoy estudia a pesar de la adversidad que atraviese, pues éste tiene detrás una familia que día a día se esfuerza para que su hijo(a) asista impecable a su clase, muchas veces hasta sin probar un bocado de comida, o apenas lleve en su bolsillo para comprar un pan, pero en fin su educación esta primero sobreponiéndose a toda su realidad.
Según la página www.consumer.es La resiliencia es un proceso por el cual las personas tienen la habilidad de adaptarse a situaciones traumáticas, a tragedias; en definitiva, a sobreponerse a la adversidad y a ser capaces de seguir adelante, incluso, transformados. La investigación científica ha puesto de manifiesto que la resiliencia es común a todas las personas, en mayor o menor grado. Los ciudadanos de esta tierra se han vuelto unos resilientes pues han sabido ganarle la batalla al hambre y a la desidia; hasta han sorteado tener que pasar noches enteras en algún establecimiento donde inermes esperan para lograr hacerse de un numero con el cual podrá comprar comida para él y los suyos, exponiéndose al frio inclemente de la noche y a la pérdida del sueño para no descuidarse y ser víctima de algún revés.
“La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar superado” Albert Einstein.
No pudo estar más acertado el autor, pues es aquí desde esta situación, desde este punto donde el ciudadano de esta tierra debe encontrar los elementos que le permita salir adelante reinventándose y redescubriéndose. Entendiendo que tras la tormenta llega la calma, que toda “noche oscura” tiene un amanecer resplandeciente. El ciudadano de esta tierra debe saber leer el momento histórico que hoy vive y ejercer su capacidad creadora.
No es primera vez que se rema contracorriente, lo que importa hoy es la valentía y las ganas que le imprimas al momento exaltando tu compromiso contigo y con tu patria.
Jamás desesperes aún estando en las más sombrías aflicciones, pues de las nubes negras cae agua limpia y fecundante. Proverbio Chino.
Marcos Ojeda
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