La corrupción, especialmente en las organizaciones públicas, es la práctica consistente en la utilización de las funciones y medios de aquellas en provecho económico o de otra índole de sus trabajadores, gestores o encargados.
Aunque el índice de corrupción es un factor muy difícil de medir, organizaciones como Transparencia Internacional califica a Venezuela como uno de los 20 países más corruptos a nivel mundial.
Si bien se han nombrado desde Simón Bolívar hasta Carlos Andrés Pérez, entre las personas más corruptas, el premio mayor se lo han llevado los principales integrantes de la “Revolución Bolivariana”.
Desde 1999, iniciando con la creación del “Plan Bolívar 2000” por Hugo Chávez Frías, hasta el actual Mandato de Nicolás Maduro, es imposible hacer un cálculo de dólares y bolívares que se ha manejado por las supuestas corrupciones de parte de los integrantes del gobierno. ¿Pero cómo nos afecta a los venezolanos esta desaparición o malversación de fondos?
En la actualidad, se ven personas en las calles comiendo de la basura gracias al deterioro significativo de nuestra producción nacional, mientras se recuerda que en el 2010 los principales titulares de la prensa venezolana reseñaban la aparición de miles de toneladas de alimentos de PDVAL en estado de descomposición quedando sin culpables este mal manejo de recursos.
Por otro lado el robo denunciado por Jorge Giordani en CADIVI de alrededor de 25.000.000.000 $ donde hasta el momento no se ha demostrado culpables de esta situación, pero si dejan a los venezolanos sin posibilidad de acceder a los cupos de dólares, fomentando el incremento del dólar paralelo.
Pero la corrupción no solo ha tocado a los altos cargos y entes nacionales, un informe realizado por el diario El Nacional muestra que entre enero y febrero de este año el Ministerio Público informó sobre denuncias por hechos delictivos hacia 53 militares, de lo cual la mayoría pertenecen a la Guardia Nacional Bolivariana y el resto de la Policía Nacional Bolivariana.
Todo esto nos ha llevado a solo una cosa, vivir en un país en donde confías más en los malandros de las calles que en los funcionarios públicos que deberían velar porque las leyes se cumplan y así contribuir al progreso del país. Después de casi 20 años, la mayoría de los resultados generados por la revolución ha sido una alta impunidad, dejando a los venezolanos perdidos en un monopolio de poder.
Antmar Quevedo
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