El Teatro es la más antigua de las expresiones artísticas, la más universal, es la formar creativa de comunicación que ha estado presente en todas generaciones que nos anteceden, este mismo término se le designa al local destinado para llevar a cabo las escenas de cada una de las obras.
El teatro propiamente dicho es el arte de componer o representar obras dramáticas, su esencia en cierra la forma de pensar que posee el autor de las obras sobre la sociedad y contexto en la que se encuentra, a través de sus historias el escritor expone de forma implícita o no sus ideologías, criticas sociales y postura en cuanto a temas que son de interés social.
El teatro primeramente se dividió en una serie de formas básicas, el mimo, la pantomima, el teatro literario, el teatro musical, los títeres y las sombras. Pero para el siglo XX nuevos dramaturgos como Eugene Ionesco se encontraban en la búsqueda de cambiar la forma de hacer y escribir Teatro, es entonces cuando 1940 nace un subgénero de arte dramático llamado Teatro del Absurdo.
Rafael Núñez Ramos Catedrático de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada de la Universidad de Oviedo afirma que “El teatro del absurdo comunica simplemente la actitud del dramaturgo ante las cosas, la intuición intima y personal que el poeta tiene de la situación humana y lo hace a través de la imagen poética compleja”
El teatro sin duda alguna representa una forma diferente que se brinda al espectador con el propósito de que se vea reflejado en cada historia y por ende, genere su propia opinión en cuanto a la situación social o personal por la que atraviesa en la época que se encuentre.
La primara obra de este subgénero se estrena el 11 de mayo de 1950 de la mano de Eugene Ionesco, un joven dramaturgo nacido en Rumania, él escribió y tituló su producción como “La Cantante Calva” una historia en la que Ionesco, de forma estratégica, usó el inconexo de los diálogos; en el que la sintaxis es alterada y las palabras terminan siendo burlescas y con un tono humorístico, con el fin de representar la fútil existencia del ser humano en el mundo.
La irracionalidad que enmarcaban los personajes en sus conversaciones, la forma burlesca de hablar y los distintos y sofocantes ambientes de sus historias son algunos de los elementos que hacen que esta obra y todas las Obras escritas por Ionesco causen revuelo en las sociedad de aquella época.
Muy buen artículo, me parece que el teatro comercial entra en éste rango de lo absurdo.