El otro
ese que no soy yo
adjetivo mezquino
para intrusos
de medio pelo
por los cuales
nos jugamos
hasta el encanto
atentando
contra
el status quo
universos retrogrados
y verdades fraternales
(los amigos y la familia se perdonan
pues a la final son los que quedan).
Aun así
somos felices
entra
transformándolo todo
es nuestra prueba
sheakespiriana
pues
será drama
o el amor del faro
a pesar de la tempestad.
El
que es
la excusa perfecta
para el punto revuelto
de mi vida
lo llenará todo
lo que soy
y lo que no
menuda tarea
la que le toca
el trabajo
que ni yo mismo
pude hacer.
Este extraño
que hoy
toca a mi puerta
solo vino
mostrar
cuan alta
es la pared
de mi orgullo,
(aunque nos hayan herido)
desde aquí
en lo alto
jugaremos
a ser felices
ojalá
no nos cansemos
en el intento.
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