Venezuela… ¿y ahora que?

«La Guerra es la Paz

La Libertad es la Esclavitud

La Ignorancia es la Fuerza»

Las tres consignas del partido del gran hermano de George Orwell que hoy nos definen como las víctimas de la tiranía roja del siglo XXI.

La Guerra es la Paz

Más allá de las tendencias políticas que se tengan, hay ciertas cosas que todos debemos rechazar por el simple hecho de ser humanos. Discursivamente, tanto gobierno como oposición dicen rechazar la violencia «venga de donde venga» , sin embargo, a pesar del desastre que tuvo lugar en las calles, el Ministro de la Defensa declaró en cadena nacional que el saldo del día fue positivo, que no hubo nada que lamentar, y que el plan república actuó de manera respetuosa; prácticamente negando, o evadiendo la responsabilidad de las 16 muertes que acontecieron a lo largo del día como producto de la brutal represión a las protestas que impulsó a la oposición a suspender inesperadamente sus actividades de calle pautadas para día.

Así mismo, tras más de 100 días de protestas y represión, el alto mando militar venezolano hizo un llamado al «civismo y la sensatez», con el cinismo característico de éstas actividades.

La Libertad es la Esclavitud

La celebración  de los oficialistas fue, sin dudas, la mayor demostración posible de que un hombre puede someterse libremente a la esclavitud, pues, engañados bajo una oferta de paz, y en descontentos por las limitaciones inmediatas que generan las protestas, además del miedo a perder trabajos, o temor a la persecución: fueron cómplices, sin estar del todo conscientes, de terminar la labor de desmontar el estado y destruir la institucionaldad y separación e independencia de poderes públicos que el presidente Maduro inició en 2014.

La pregunta que queda por hacerse es ¿quedará disidencia política después de la instalación de la Asamblea Nacional Constituyente?, cabe destacar que la democracia, consiste en que exista pluralidad de ideas, y que todos los sectores formen parte de la vida política del país. El domingo fue supuestamente «electa» una asamblea unipartidista, un solo color que se impone por encima de todos los poderes públicos, en ese sentido, lo que pueda ocurrir es impredecible, sin embargo hay cosas que están claras, una de ellas es que en Venezuela no hay democracia, y la otra es que pasamos de tener un gobierno con prácticas totalitarias, a vivir en totalitarismo.

La Ignorancia es la Fuerza

Curiosamente, el gobierno que se queja de guerra comunicacional en su contra, resulta ser el dueño de la amplia mayoría de los medios del país, además de emplear bots para generar tendencia en redes sociales, según investigaciones realizadas por distintos medios. No conforme con eso, prohibieron a efectos prácticos una debida cobertura del proceso «electoral» a todos los medios que no sean Venezolana de Televisión; y posteriormente reclamaron que la actividad no fue cubierta, y en su lugar determinados canales pusieron «comiquitas» que consideraron más importantes.

Sobre este tema hay que decir que considero  las comiquitas  más entretenidas de ver que centros electorales vacíos, sin embargo lo realmente importante es que el gobierno se sirvió una vez más de su hegemonía en el manejo de la información, y las limitaciones a las libertades de expresión e información, para intentar vender internacionalmente el mayor fraude que se ha cometido.

¿Cuales fueron los resultados?

Los resultados realmente no son importantes, pues, solamente se midieron candidatos de la misma tendencia política, y en cuanto a la participación hay dos realidades. Por una parte, las cifras oficiales de los autores de la «consulta» afirman que votaron 8.089.320, cantidad que supera el número de votos con el cual Maduro ganó la presidencia, a pesar de que la realidad del país muestra, no solo un descontento general hacia su mandato, sino un rechazo hacia su iniciativa constituyente que se tradujo en centros de votación vacíos, y pocos electores en las filas, a pesar de una reducción drástica de las máquinas proporcionadas por el CNE para la actividad.

Una cifra un tanto más realista es la que publicó la oposición Venezolana, confirmada por el periodista Nelson Bocaranda,  2.483.073 votantes, que a pesar de ser una cantidad menor, no deja de ser un número importante de electores que por miedo, interés, ignorancia o lealtad ciega, contribuyen con la sumisión del país ante la más incompetente y represora dictadura del siglo XXI.

¡Tenemos Constituyente!… ¿y ahora que?