«Cuando la hipocresía comienza a ser de muy mala calidad,
es hora de comenzar a decir la verdad.»
Bertolt Brecht
El ego y la duda
habitan en este mundo
odioso y concreto;
se mueven
en este pleno siglo XXI
que parece retroceder
a pasos gigantes
a un pasado que juró
no volver a repetir….
Pobrecita la humanidad,
otra vez cae
en brazos
de antiguos amantes
demonios rebosantes
de odio paciente
dulcemente reeditado
sólo que hoy
huelen distinto
dicen palabras bonitas
son fitness
y andan modo geek, hipster
u otras vainas locas
por el estilo
que en el fondo
son lo mismo.
Atrás quedaron los gigantes
y sus grandes teorías
se los llevó la ola liquida
del mundo liquido
del pensamiento liquido
del trabajo liquido
de la educación liquida
todo es “liquido”
gente líquida y estúpida
caminando
hacia el 1984 orwelliano.
Entre el ego y la duda
también duermen
los gigantes invisibilizados
nómadas vomitados
a la dolorosa realidad
de subsistir en este desparpajo
en este bochinche
de mundo que les tocó,
cuanta falta hace
un toque de anarquía,
un boom en la conciencia
para que defender lo justo
no sea hacer el ridículo
en donde no tengamos
que aplaudir a bobos útiles
egocéntricos
ladrones
gente mas confundida que uno
ni mucho menos
cometer suicidio
por los envidiosos
o enfermos opinólogos
sin oficio.
Si quedo en deuda
o si de pronto
la cosa cambia
no dudemos
ni un segundo
en que alguna
vez tendremos
al espejo que mirar
así….suave y dolorosamente
surgirá la verdad
ojalá no sea tarde
y por lo menos
en tiempos mejores
alcancemos a estrenar
una renovada dignidad,
no pierdo la fe
en que alguna vez
recobraremos
nuestra grandeza
y rebasaremos
nuestras propias expectativas….
mientras tanto,
sigo aquí
recordando
a mi querido rinconcito
del Hospital straat
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