Venezuela y la crisis de valores

La educación desde la prehistoria ha sido uno de los aspectos más relevantes y necesarios en las sociedades por ser  la encargada de  transmitir conocimientos y tradiciones que contribuirán con el  desarrollo óptimo de los individuos, y con ello se formarán ciudadanos ejemplares. Actualmente Venezuela atraviesa por una crisis social, en la que cada veinte minutos muere un venezolano en manos de la delincuencia, un país en el que la democracia y libertad de expresión son  inexistentes y la corrupción aviva las calles.  Por ello  es oportuno preguntarnos ¿de quién es la responsabilidad de que Venezuela cada vez  involucione con tanta rapidez,  en lugar de evolucionar? ¿Del gobierno, de las escuelas o de las familias?

Evidentemente ha sido responsabilidad de todos,  pero en  formas distintas. La familia por no fomentar y hacer inquebrantables los valores y principios que regirán la vida de sus hijos, la escuela por la débil y escaza calidad educativa debido a la incongruencia entre profesión y vocación que presentan los profesionales de la educación (maestros),   y el gobierno por ser el primordial ente difusor y ejecutor de  la corrupción basándose en mentiras para dejar a  un lado la moral y ética que debe caracterizar a una de las figuras más influyentes en la sociedad.

Según Morín,  hay que darle a la educación un sentido de pluralidad, tolerancia, aceptación y reconocer a otros como iguales a nosotros, pues estos elementos darán paso a la transformación social que hoy en día anhelan los venezolanos.

La educación será la herramienta que permitirá a las sociedades discernir entre el bien y el mal, a través de ella los individuos obtendrán conocimientos que posteriormente darán paso la  capacidad de interpretación, aceptación y rechazo de las acciones realizadas por los líderes existentes.

Julio César Pineda, diplomático y analista internacional, sugiere  que la educación y buenos valores se  deben fomentar a través de la ética y estética del  lenguaje, puesto que el niño sigue al padre, y el ciudadano sigue al que gobierna, es decir, una correcta manera de expresar los contenidos, opiniones e ideologías permitirán al emisor del mensaje desarrollar una conducta positiva en cada niño, niña o adolescentes que posteriormente serán el futuro del país.

El cambio en la educación venezolana se hace cada vez más necesario, es el momento de que los docentes dejen a un lado sus intereses personales y se enfoquen netamente en ser ciudadanos ejemplares con los que los niños y adolescentes puedan identificarse y se interesen en ser mejores cada día, al igual que es momento de que el Estado Venezolano tome en serio la educación e invierta más en el desarrollo y calidad de ésta para que en algún momento la educación venezolana llegue a ser tan excelente como la de otros países.

La falta de vocación, compromiso y disciplina  han influido y fracturado de forma directa  la calidad de la educación y por ende el desarrollo de nuevos ciudadanos que carecen de principios y valores.

Karol Pacheco

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